Normalmente cuando una persona se decide a realizarse un tatuaje realmente piensa que querrá lucirlo durante toda su vida pero con el paso de los años nuestro gustos pueden variar y aquello que nos parecía precioso puede convertirse en un auténtico incordio.
Cuando esto ocurre, ya sea porque las modas han cambiado o porque nos evoca a personas o momentos de nuestra vida que no queremos recordar, uno comienza a plantearse como quitar sus tatuajes.
Los tatuajes no son fáciles de quitar. De hecho hasta hace pocos años quitar un tatuaje era un proceso con pocas garantías y resultados no muy satisfactorios.
De hecho para hacer un tatuaje se insertan los pigmentos en las capas más profundas de la piel, por lo que luego es muy difícil eliminarlos sin dañar la misma.
Técnicas de como quitar tatuajes
Las técnicas que se utilizan hoy en día para quitar tatuajes son principalmente electrocoagulación, criocirugía, abrasión salina, escisión y láser. Aunque las tres primeras están en desuso ya que son más agresivas con la piel y dejan cicatrices o marcas.
Realmente la técnica más eficaz para quitar tatuajes es el láser además es bastante segura y no deja cicatriz.
Aunque no todas las máquinas de laser son iguales y es necesario acudir a un buen profesional con un buen equipo.
El láser dermatológico trabaja descomponiendo los pigmentos de la tinta en otros más pequeños para que las células de la piel vayan absorbiendo las partículas y limpiando la piel.
Uno de los Láser más utilizados para quitar tatuajes es el láser Q-Switch que combina distintas longitudes de onda, por lo que elimina la gran mayoría de pigmentos.
El tratamiento consiste, como ya hemos comentado anteriormente, en fragmentar las partículas de pigmento que se encuentran en las capas más profundas de la piel. Para ello se calibra el láser con los parámetros necesarios y se dispara normalmente a una frecuencia de 5 Hz.
Una sesión para quitar un tatuaje no necesita de mucho tiempo, aunque depende del tamaño del tatuaje y de otros parámetros. Después se aplica una pomada antibiótica y se cubre la piel, que necesitara de curas diarias hasta que se recupere de la sesión.
Es por ello que se recomienda quitar tatuajes en otoño o invierno para proteger la piel, sensible después de las sesiones, de los rayos ultravioletas.
Entre sesión y sesión es necesario dejar pasar entre 4 o 6 semanas para que nuestro cuerpo tenga tiempo de reabsorber las partículas y eliminarlas gracias a nuestro sistema linfático.
Es normal que después de una sesión notemos enrojecida e incluso algo hinchada la zona. Para ello podremos aplicarnos frio y procurar no frotar la zona afectada así como utilizar solo jabón neutro.
En principio quitar un tatuaje no debe ser un proceso doloroso, pero si tiene una alta sensibilidad al dolor o es precio eliminar tatuajes muy extensos, se puede aplicar anestesia tópica una hora antes del comienzo del tratamiento para insensibilizar la zona.
El número de sesiones necesarias para quitar un tatuaje varía dependiendo del color del tatuaje, la zona donde se encuentre, el tamaño o el color de la piel.
Casi cualquier tatuaje independientemente de su tamaño necesitará un mínimo de 6 sesiones para poder ser eliminado.
Después el número de sesiones puede aumentar dependiendo por ejemplo del color del tatuaje. Los pigmentos negros y oscuros son los que mejor responden al láser, el color rojo también responde bien, aunque necesitan algunas sesiones más que los pigmentos negros. Los colores más difíciles de eliminar son los verdes, amarillos y azules claros.
La zona del cuerpo donde se encuentre ubicado el tatuaje también influye a la hora de eliminarlo. La piel del cuello, muñeca, escote o cabeza es más fina y los pigmentos además se encuentran a menor profundidad. Los tatuajes en piernas, brazos y espalda necesitarán por normal general un mayor número de sesiones.
Otro de los aspectos que influyen enormemente a la hora de quitar un tatuaje es la forma, técnica y tipo de tinta que se utilizaron cuando se realizó.
Los tatuajes profesionales necesitan un mayor número de sesiones entre 8 y 15 aproximadamente ya que los pigmentos utilizados en este tipo de tatuajes cuentan con una mayor permanencia.
El color de piel de la persona también influye mucho en la duración y efectividad del tratamiento.
Las pieles clara responden mucho mejor al láser y son en las que antes se notan los resultados.
Lo fundamental es que si te decides a quitar un tatuaje te pongas siempre en manos de un profesional que disponga del equipo adecuado y te asesore correctamente.
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